Balenciaga presenta su 51ª colección de Alta Costura en París con prendas que nos transportan a un futuro distópico.
Demna [Gvasalia], director creativo de Balenciaga, presenta su segunda colección de Haute Couture para la marca en el Salón de Cristóbal Balenciaga en París y lo hace con un casting que brilla por sí mismo en medio de la dramaturgia de su puesta en escena. Celebrities como Kim Kardashian, Nicole Kidman, Dua Lipa, Bella Hadid o Naomi Campbell se enfundaron en sus respectivos vestidos y se dejaron llevar por el acting de la performance.
El año pasado, en su primera colección para Balenciaga, Demna buscaba volver a los orígenes, haciendo homenaje a Cristóbal y reinventando diseños míticos de la maison. Sin embargo, en esta ocasión, ha querido poner mucho más de sí mismo, dando lugar a diseños que hablan sobre su propia perspectiva para la casa.
Esta colección es más mía. He querido mirar menos y sentir más. Seguir mi instinto.
DEMNA PARA VOGUE.COM
Y este instinto, por el que se ha dejado guiar Demna, nos sumerge en una línea temporal invertida, que empieza con el universo futurista del director creativo y acaba con diseños que nos devuelven a los tiempos de Cristóbal Balenciaga. De los humanoides sin rostro, oscuros y misteriosos, que parecen vigilarnos sin ser vistos, a los vestidos Infanta, con pomposos volúmenes, dignos de la Realeza.
La colección, compuesta por 59 looks, muestra a la perfección este timeline estético que parece empezar por outfits perfectos para un/a villano/a de película a conjuntos que son todo lo contrario. De la distopía a la utopía y todo ello con un material muy especial como hilo conductor: la goma. Un material que, junto a los diseños de Demna, consigue moldear los cuerpos a su antojo, jugando con las perspectivas y los volúmenes, como si de una ilusión óptica se tratase. Además, en en esta colección de Alta Costura para Balenciaga, el diseñador georgiano sigue apostando por el upcycling, ya que más del 25% de esta se ha realizado con materiales reciclados.
Demna parece jugar con la relación entre cuerpo y prenda, en un afán por dibujar y borrar las fronteras entre donde empieza la persona y aquello que lleva puesto. Los primeros conjuntos, tan slim, estilizan la figura casi pegándose a la piel. Mientras que, más adelante, vemos esas marcadas cinturas de avispa en contraste con hombreras exageradas, que simulan figuras tipo reloj de arena.
Y es que al igual que Cristóbal fue un arquitecto de la Haute Couture, Demna sigue sus pasos y experimenta con las formas, las texturas y los acabados en toda la colección. Un ejemplo son las prendas más oversize, donde destaca la superposición de capas en camisetas que parecen hechas en 3D, los cuellos XL en abrigos de pelo, chaquetas y vestidos, o las espaldas puntiagudas, zona que se destaca en algunos de los vestidos de esta colección de Alta Costura para Balenciaga.
Durante el show, el volumen de las prendas iba aumentando, en lo que llegábamos a esa parte más de archivo de la firma, con piezas que nos recordaban al gazar del Balenciaga de los 60 y sus formas suntuosas, como el vestido negro de Naomi.
En cuanto a los accesorios, destacar los pendientes-reloj, los bolsos-altavoz y las máscaras negras en colaboración con Mercedes Benz, con las que «dar la cara» será el menor de tus problemas.
Y para acabar con un desfile que empezaba con prendas de color negro, un vestido de novia espectacular, con un velo que no dejaba ver el rostro pero sí la espalda, da por finalizada una performance con música estridente y misteriosa, que acompaña los pasos erráticos y las miradas perdidas de los/as modelos/as.