¿Existe un equilibrio entre los beneficios y los inconvenientes de las fechas límite?
Interior. Tarde. Una reunión de trabajo que se alarga más de la cuenta. «¿Para cuándo es esto?»- pregunto yo, con una sonrisa, ya acostumbrada a la respuesta: «Es para ayer». En la sala, que ya se encuentra en penumbra, solo brillan las forzadas sonrisas de sus integrantes que, conociendo también la respuesta, se llevan las manos a la cabeza pensando en todo lo que queda por hacer. Y es que, en la vida moderna, que se mueve a un ritmo cada vez más rápido, los deadlines o fechas límite son una parte inevitable de nuestra realidad, tanto en lo profesional como en lo personal.
Los plazos ajustados que te recuerdan los minutos que quedan para que llegue esa reunión, ese evento, la hora de entrega de un proyecto; el condensar en unas horas todo lo que has dado en un cuatrimestre de la universidad; ese «no dejar para mañana lo que puedes hacer hoy», el sentir que lo tienes que enviar todo en tiempo récord… No es una pesadilla, no. Son los deadlines.
Y no te equivocas si lo primero que te viene a la cabeza cuando piensas en fechas límite es la palabra «estrés», pues la sensación de tener un deadline inminente provoca situaciones de ansiedad que afectan al correcto funcionamiento de nuestro organismo, a nuestra capacidad para conciliar el sueño, al mantenimiento de una dieta saludable y a realizar actividades diarias, entre otras consecuencias. De hecho, en un estudio de la revista Journal of Occupational Health Psychology, los investigadores encontraron que las personas que experimentan altos niveles de estrés en el trabajo tienen una peor salud física y mental en general.
Sin embargo, y aunque a priori no lo parezca, los deadlines también son una herramienta muy útil para trabajar de manera más eficiente y completar tareas, por lo que es importante aprender a utilizarlos a nuestro favor. Déjame contarte por qué en cuestión de tiempos y fechas límite, no todo es tan malo como piensas.
Las ventajas del deadline
No es de extrañar que la palabra deadline nos dé tanto miedo, solo hay que ver sus cuatro primeras letras. Pero no te asustes porque ese estrés del que te hablaba antes no necesariamente tiene que ser malo. De hecho, no siempre lo es. El estrés es un proceso natural que desencadena una serie de respuestas en nuestro cuerpo y mente, haciendo que liberemos sustancias químicas que nos dan energía y nos preparan para afrontar cualquier desafío que se nos presente.
Por supuesto, es importante tener cuidado de no dejarnos llevar por este y mantenerlo bajo control para que no se vuelva crónico o excesivo. Pero en su justa medida, el estrés puede ser una herramienta muy útil para ayudarnos a ser más eficientes y productivos. A continuación, te presento algunas ventajas de nuestras «queridas» fechas límite:
Concentración, productividad y creatividad
Seguro que has notado que los deadlines fomentan la productividad, pues cuando tenemos una fecha límite, tendemos a ser más eficientes para cumplir con la tarea en el tiempo disponible, ayudándonos incluso a desarrollar hábitos de trabajo más efectivos.
Además, los deadlines nos ayudan a concentrarnos y a dar lo mejor de nosotros mismos para hacer frente a la tarea en cuestión. Y es que al sentir cierta presión, se tiende a pensar más creativamente y a desarrollar habilidades de resolución de problemas para encontrar soluciones a los inconvenientes que puedan ir surgiendo en el proceso.
Responsabilidad y trabajo en equipo
Para cumplir con los plazos, asumimos la responsabilidad de finalizar la tarea en el tiempo establecido y esto fomenta nuestro compromiso, sea con el proyecto o con otras áreas de nuestra vida. Además, cuando se trabaja en una tarea con deadline, se tiende a colaborar con los demás para cumplir con los objetivos. Esto puede fomentar la comunicación y la cooperación, ayudando a desarrollar habilidades de trabajo en equipo.
Motivación y satisfacción
Cuando se cumplen los plazos establecidos, se puede sentir una sensación de logro y satisfacción, y este sentimiento de realización personal puede tener un impacto positivo en nuestro bienestar emocional. Además, el hecho de fijar metas y objetivos puede resultar motivador y ayudarte a mantener la concentración en el proyecto.
En resumen, aunque los deadlines pueden parecer estresantes y abrumadores, también tienen algunos beneficios positivos. Al establecer objetivos y fechas límite, se pueden desarrollar hábitos de trabajo más efectivos, aumentar la productividad, fomentar la responsabilidad, la innovación, la creatividad, y promover el trabajo en equipo. Ahora, siendo más conscientes de todo esto, veamos cómo podemos equilibrar los beneficios y riesgos de los deadlines para nuestro bienestar.
Tips para sobrellevar mejor los deadlines
Una forma de llegar a los deadlines sin morir en el intento es establecer expectativas realistas. Es importante tener en cuenta el tiempo necesario para completar una tarea de manera efectiva y asegurarse de no contar con tiempos demasiado ajustados. Además, es importante reconocer la necesidad de tomar descansos regulares y tener momentos para actividades de relajación.
Según la revista Journal of Business and Psychology, los empleados que tienen control sobre su carga de trabajo y plazos tienden a experimentar menos estrés y una mayor satisfacción laboral, por ello, para sobrellevar mejor los deadlines es importante tener en cuenta algunas recomendaciones de expertos:
Organiza tu tiempo
Antes de empezar a trabajar en una tarea con fecha límite, es importante planificar el tiempo que necesitarás para completarla. Haz una lista de los proyectos y establece prioridades para asegurarte de que te estás centrando en las tareas más importantes y que tienes suficiente tiempo para completarlas.
Divide y vencerás
Divide la tarea en partes. Una tarea puede parecer abrumadora si la consideramos en su totalidad, por lo que dividirla en partes más pequeñas puede ser de gran ayuda. Esto te permitirá ver el progreso que vas haciendo y te motivará para seguir adelante.
Tómate un respiro
Aunque puede parecer que trabajar sin parar es la forma más efectiva de cumplir con los plazos, en realidad, hacer descansos regulares te ayudará a mantenerte fresco y a retomar tus tareas con mayor concentración.
Dos cabezas piensan mejor que una
Si tienes dificultades para completar una tarea a tiempo, no dudes en pedir ayuda a tus compañeros, amigos o familiares. A veces, la ayuda externa puede ser muy útil para solucionar problemas y no estancarnos.
Celebra tus logros
Una vez que hayas cumplido con un plazo, tómate un momento para celebrarlo. Reconoce tu trabajo y dedica tiempo a disfrutar del éxito que has logrado.
Siguiendo estos consejos, podrás sobrellevar mejor las fechas límite y hacer frente a las tareas y proyectos con mayor confianza y tranquilidad. Y recuerda, aunque los deadlines parezcan nuestros enemigos, en ti está el convertirlos en oportunidades para que sean tus mejores aliados.